Columna de: Lucho Ruiz Subiabre
Escritor, comunicador e investigador del sur del mundo

Foto de Julieta Mansilla en Unsplash
En los últimos meses, desde Ecos del Sur hemos recorrido distintos paisajes del colapso. En agosto, miramos el humo sobre Coyhaique y las falsas promesas del “capitalismo verde” que avanza sobre territorios exhaustos. En septiembre, observamos cómo las pampas y fiordos del sur se convertían en nueva frontera energética, bajo un discurso de transición que no transiciona. En octubre, el iceberg A23A nos habló desde la Antártida: el hielo se fracturó, y con él, la memoria del planeta.
Hoy, desde noviembre, proponemos mirar hacia otro lugar: hacia el habitar.
No para negar la crisis, sino para preguntarnos cómo vivir dentro de ella.
Porque habitar no es ocupar un espacio, sino tejer relaciones que sostienen la vida.
Ko-habitar —vivir con— es reconocer que toda forma de existencia está entrelazada con otras, y que los territorios no son meros escenarios, sino cuerpos vivos donde se inscribe nuestra historia común.
Las ciudades y las ruralidades del sur del mundo se transforman bajo la presión de una crisis civilizatoria que redefine lo que significa estar en la Tierra. Más del 55 % de la población global vive hoy en zonas urbanas, y la tendencia seguirá creciendo hasta superar el 68 % en 2050 [1]. Pero en la Patagonia, el crecimiento urbano no se mide solo en metros cuadrados o índices de inversión: se mide en la fragilidad de sus humedales, en la presión sobre los bosques, en la contaminación del aire y en la pérdida del vínculo entre lo construido y lo vivo.
Repensar nuestras ciudades desde el sur implica entenderlas como ecosistemas.
La ecología urbana nos enseña que también aquí fluyen energía, agua, alimentos y materiales, y que esos flujos pueden regenerar o agotar la vida [2].
No se trata de idealizar la ciudad, sino de repolitizarla: de recuperar su metabolismo como espacio de decisión ecológica y ética.
En los bordes del sur —entre Osorno y Chiloé, en los valles de Aysén o las riberas de Magallanes— emergen experiencias que encarnan esta transición: redes agroecológicas que alimentan a las ciudades con economías de cercanía [3]; huertas periurbanas que devuelven fertilidad y comunidad a los suelos [4]; cooperativas y mingas que reinventan el trabajo y el cuidado como prácticas de resistencia [5].
Son territorios híbridos, invisibles para la planificación, pero esenciales para imaginar el futuro. En ellos se ensayan nuevas formas de ko-habitar el sur: economías que no separan producción de reproducción, ni progreso de cuidado; arquitecturas que dialogan con el clima, el agua y el viento; políticas que nacen de la tierra, no del mercado.
Ko-habitar es un gesto ético y político.
Significa vivir con dignidad, reciprocidad y cuidado; aprender de las especies que nos acompañan; reconocer que el suelo que pisamos no es un recurso, sino una memoria viva.
En un mundo donde la transición se proclama pero no se transforma, el habitar cotidiano se vuelve el verdadero laboratorio civilizatorio.
Cada casa que se aísla sin petróleo, cada huerta que resiste la sequía, cada comunidad que comparte el pan y la energía está ensayando —sin nombrarlo— un futuro distinto.
Frente al ruido del colapso, el sur propone silencio, escucha y cuidado.
Frente a la velocidad de la crisis, propone lentitud y arraigo.
Frente a la abstracción del desarrollo, propone comunidad.
Porque regenerar nuestras ciudades es también regenerar nuestras relaciones:
con la tierra, con los otros, con el tiempo.
Desde este noviembre, Ecos del Sur invita a pensar la transición civilizatoria desde el habitar común.
Porque sin territorios vivos no hay futuro posible.
Y sin vínculos que nos sostengan, no hay transición que valga.
Publicado originalmente en: EcosDelSur
Referencias
Naciones Unidas, World Urbanization Prospects 2024. https://population.un.org/wup
Grimm, N. B. et al. (2008). Global Change and the Ecology of Cities. Science, 319(5864), 756–760. https://doi.org/10.1126/science.1150195
FAO (2023). Agroecología y sistemas alimentarios sostenibles en América Latina y el Caribe. https://www.fao.org/agroecology/es/
Red de Agroecología del Sur de Chile (2024). Territorios en transición: experiencias rurales y periurbanas entre Osorno y Chiloé. https://agroecologiasur.cl/
Fundación Habitar (2024). Ko-habitar Chiloé: arquitectura, memoria y transición ecológica. https://fundacionhabitar.cl/
