Organizaciones y comunidades de la Patagonia declaran zona de sacrificio salmonero a áreas protegidas con 428 concesiones acuícolas

11/12/2025

 Organizaciones Declaran "Zona de Sacrificio Salmonera" a Áreas Protegidas de la Patagonia

La campaña ciudadana Defendamos Patagonia, junto a comunidades y organizaciones, declaró este 8 de noviembre como "Zona de Sacrificio Salmonera" a las reservas y parques nacionales del sur de Chile que albergan concesiones de la industria salmonera. La medida, anunciada en el marco del Día Nacional de las Áreas Protegidas, busca visibilizar el impacto ambiental en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.

 

La denuncia se sustenta en datos oficiales de Sernapesca y estudios de la Universidad Austral de Chile, los cuales revelan que el 42% de las concesiones salmoneras en el país operan al interior o en la colindancia de áreas protegidas. Esta situación, según las organizaciones, constituye una violación a la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente y a la Convención de Ramsar sobre humedales de importancia internacional.

El comunicado de la campaña describe un impacto "devastador": toneladas anuales de antibióticos que generan resistencia bacteriana, columnas de agua sin oxígeno (anoxia), fondos marinos muertos y un borde costero destruido. Señalan que esta "industrialización disfrazada de ‘desarrollo’” está convirtiendo santuarios de biodiversidad en "vertederos químicos", con ecosistemas afectados por salmones escapados que propagan enfermedades y fauna marina, como ballenas, enredadas en las instalaciones.

Ver publicación:

El caso del fiordo Comau, en la Región de Los Lagos, es emblemático para el movimiento. Este área protegida fue el origen de la campaña "Áreas Protegidas Sin Salmoneras", luego de un masivo evento de mortalidad de peces que superó las 5.000 toneladas en 2021. Este antecedente, sumado a un proyecto de ley congelado en el Congreso y el anuncio del Presidente Gabriel Boric sobre la salida de la industria de estas zonas –que califican de "discurso" sin avances concretos–, impulsó la declaración de las ocho áreas protegidas afectadas como zona de sacrificio.

La declaración no solo es un diagnóstico, sino también un pliego de exigencias. Las comunidades originarias, científicos y organizaciones ambientales demandan al Estado: 1) La salida inmediata de las concesiones existentes en áreas protegidas, 2) La prohibición absoluta de nuevas concesiones en estos territorios, y 3) La creación de un fondo de restauración ecológica financiado por la propia industria para sanar los ecosistemas dañados.

A través de un emotivo llamado, Defendamos Patagonia interpela al país, destacando la profunda conexión cultural y emocional de los chilenos con la belleza de sus paisajes patagónicos: fiordos azules, glaciares eternos, bosques milenarios y una biodiversidad vibrante. Frente a esto, contrastan la realidad de comunidades locales y pueblos originarios, cuyas tradiciones y sustento se ven, según denuncian, "pisoteados por el lucro".

Con un llamado final a que "el Estado elija entre salmones envenenados o un futuro vivo", la campaña convoca a la ciudadanía a sumarse a una petición y a una "marcha virtual" bajo la consigna #ZonaDeSacrificioSalmonera, afirmando que "el mar no espera" y que la defensa de la Patagonia es un imperativo para el alma nacional.

Ver también publicación y video difundido por Defendamos Patagonia

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Organizaciones

Al respecto, Juan Carlos Viveros, activista y miembro de organizaciones y movimientos socioambientales en Chiloé y hoy en Defendamos Patagonia, entrega palarbas. «Con el desastre ambiental del año 2021, de miles de toneladas de salmones muertos en el fiordo Comau, afectando al área protegida del lugar, nos dimos cuenta que el Estado, todos los gobiernos, estaban permitiendo que los graves impactos acumulados de la industria se volcaran en zonas que están protegidas por ley, destinadas a su conservación», recuerda.

«Esta aberración nos impulsó a crear la campaña de Áreas Protegidas Sin Salmoneras, donde impulsamos una ley para lograr la salida de las concesiones. Tras años de batalla conseguimos que el presidente Boric incluya en su agenda este tema, anunciando en Magallanes que pondría fin a las concesiones en áreas protegidas. Lamentablemente fue solo un anuncio, sin ningún avance concreto. Por esto es que hoy damos un paso más y declaramos ZONA DE SACRIFICIO a todas las áreas protegidas que tienen concesiones de cultivo industrial de salmones», agrega.

Lobby

La Comunidad Kawésqar Grupos Familiares Nómades del Mar se suma a esta crítica, afirmando: “La Reserva Nacional Kawesqar que conforma el mar Kawesqar o Chams Wæs la parte más importante del territorio ancestral, además de ser separada administrativamente de la tierra colindante hoy Parque Nacional Kawésqar, ha tenido que soportar el embate de la destructiva industria Salmonera (…)».

«Actualmente, la Reserva Kawesqar se encuentra amenazada además, con la destrucción de su plan de manejo gracias al lobby salmonero y sus operadores políticos, los que han mal informado a la ciudadanía de manera constante, levantando campañas de desinformación las que se concentran en que la pesca Artesanal será afectada, lo que ya está en demasía descartado. Pues la pesca Artesanal es considerada dentro del propio plan de manejo como un objeto de conservación”, añade.

Y agregan: “La lucha por la Reserva Kawésqar está en que se conozca su verdadero valor, evitar que se siga manipulando la información, mantener el plan de manejo que fue creado en más de cuatro años (…). Esta es un área protegida que mantiene actividad salmonera altamente destructiva que fue pensada como zona de sacrificio, que los kawésqar que entendemos y defendemos el mar no queremos se expanda la industria por que el daño del territorio y maritorio es inminente y es evidente aun con esas 67 concesiones operando”.

«Son zonas de sacrificio salmonero”

La campaña ciudadana Defendamos Patagonia, junto a comunidades y organizaciones, declararon este 8 de noviembre como «Zona de Sacrificio Salmonero» a las reservas y parques nacionales del sur de Chile que albergan concesiones de la industria salmonera. La medida, anunciada en el marco del Día Nacional de las Áreas Protegidas, busca visibilizar el impacto ambiental en las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes.

La denuncia se sustenta en datos oficiales de Sernapesca y estudios de la Universidad Austral de Chile. Estos revelan que el 42% de las concesiones salmoneras en el país operan al interior o en la colindancia de áreas protegidas. Esta situación, según las organizaciones, constituye una violación a la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente y a la Convención de Ramsar sobre humedales de importancia internacional.

El comunicado de la campaña describe un impacto «devastador». Son toneladas anuales de antibióticos que generan resistencia bacteriana, columnas de agua sin oxígeno (anoxia), fondos marinos muertos y un borde costero destruido. Señalan que esta «industrialización disfrazada de ‘desarrollo’” está convirtiendo santuarios de biodiversidad en «vertederos químicos». Mantienen ecosistemas afectados por salmones escapados que propagan enfermedades y fauna marina, como ballenas, enredadas en las instalaciones.

Ver publicación.

Exigencias

El caso del fiordo Comau, en la Región de Los Lagos, es emblemático para el movimiento. Este área protegida fue el origen de la campaña «Áreas Protegidas Sin Salmoneras», luego de un masivo evento de mortalidad de peces que superó las 5.000 toneladas en 2021. Este antecedente, sumado a un proyecto de ley congelado en el Congreso y el anuncio del Presidente Gabriel Boric sobre la salida de la industria de estas zonas –que califican de «discurso» sin avances concretos–, impulsó la declaración de las ocho áreas protegidas afectadas como zona de sacrificio.

La declaración no solo es un diagnóstico, sino también un pliego de exigencias. Las comunidades originarias, científicos y organizaciones ambientales demandan al Estado tres puntos.

1) La salida inmediata de las concesiones existentes en áreas protegidas.

2) La prohibición absoluta de nuevas concesiones en estos territorios.

3) La creación de un fondo de restauración ecológica financiado por la propia industria para sanar los ecosistemas dañados.

A través de un emotivo llamado, Defendamos Patagonia interpela al país, destacando la profunda conexión cultural y emocional de los chilenos con la belleza de sus paisajes patagónicos: fiordos azules, glaciares eternos, bosques milenarios y una biodiversidad vibrante. Frente a esto, contrastan la realidad de comunidades locales y pueblos originarios, cuyas tradiciones y sustento se ven, según denuncian, «pisoteados por el lucro».

Con un llamado final a que «el Estado elija entre salmones envenenados o un futuro vivo», la campaña convoca a la ciudadanía a sumarse a una petición y a una «marcha virtual». La consigna es #ZonaDeSacrificioSalmonera, y afirman que «el mar no espera» y que la defensa de la Patagonia es un «imperativo para el alma nacional».

Ver también publicación y video difundido por Defendamos Patagonia.